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“Era verdad, era hermosa. Comprendía aquellos ardores que con miradas unos, con palabras misteriosas otros, daban a entender todos los jóvenes de Vetusta. Pero ¿el amor? ¿Era aquello el amor? No, eso estaba en un porvenir lejano todavía. Debía de ser demasiado grande, demasiado hermoso para estar tan cerca de aquella miserable vida que la ahogaba, entre las necedades y pequeñeces que la rodeaban. Acaso el amor no vendría nunca; pero prefería perderlo a profanarlo”. – Leopoldo Alas
En esta novela Clarín desarrolló uno de los motivos que obsesionaron a la narrativa europea de la segunda mitad del siglo XIX: el retrato de un carácter femenino que se debate entre el deseo y su represión, y que sufre, en este caso, las asechanzas de un galán y de un cura (el Magistral). La peripecia tiene como trasfondo la magistral y despiadada descripción del entorno de Ana Ozores: esa Vetusta murmuradora y provinciana en la que toda vanidad e hipocresía tiene su asiento. Allí todos la conocen por la Regenta y es admirada por su belleza y posición social. Tanto la Regenta como el Magistral son, cada uno a su manera, víctimas de una sociedad falsa, hipócrita y represiva. A esta epopeya crítica de la estupidez humana, nutrida con materiales de la experiencia y con ensoñaciones del espíritu melancólico del propio autor, se la tiene hoy como la mejor novela española después del Quijote.
Leopoldo García-Alas y Ureña “Clarín” (Zamora, 25 de abril de 1852-Oviedo, 13 de junio de 1901). De familia asturiana, a partir de los siete años vivió en Oviedo, ciudad que se convertiría en la protagonista de su obra maestra, “La Regenta”. Se doctoró en Derecho en Madrid. Manifestó su afición por la literatura desde joven y una notable aptitud para el teatro y el periodismo satírico. Trabó amistad con sus contemporáneos, especialmente con Pérez Galdós, al que consideró su maestro. Fue también crítico literario, traductor de autores como Émile Zola y autor de obras de teatro y ensayos. Destacó también en la crónica y en el relato breve.
In questo romanzo Clarín ha sviluppato uno dei temi che ossessionarono la narrativa europea della seconda metà del XX secolo: il ritratto di un personaggio femminile combattuto tra il desiderio e la sua repressione. In questo caso, la protagonista viene messa in difficoltà dalle continue attenzioni di un pretendente e di un sacerdote (el Magistral). Lo scenario delle vicende ci è presentato dall’impeccabile e spietata descrizione dell’ambiente in cui si muove Ana Ozores: quella Vetusta bigotta e provinciale in cui la vanità e l’ipocrisia la fanno da padrone. Tutti la conoscono come La Regenta e la ammirano per la sua bellezza e posizione sociale. Tanto La Regenta come el Magistral sono, ognuno a suo modo, vittime di una società falsa e repressiva. Questo romanzo, in cui è la stupidità umana a trionfare, elaborato a partire dalle sofferenze e dalle esperienze personali dell’autore, è considerato oggi il miglior esempio di letteratura spagnola dopo il Quijote.
Leopoldo García-Alas y Ureña “Clarín” (Zamora, 25 aprile 1852-Oviedo, 13 giugno 1901). Di familia asturiana, visse ad Oviedo dall’età di sette anni, città protagonista del suo capolavoro La Regenta. Concluse il dottorato in Giurisprudenza a Madrid, ma la sua vera attitudine era sempre stata nei confronti della letteratura, verso la quale aveva fin da piccolo manifestato il suo interesse dedicandosi anche alla scrittura di testi giornalistici e teatrali. Strinse amicizia con i suoi contemporanei, in particolare con Pérez Galdós, che considerò il suo maestro. Fu anche critico letterario e traduttore di autori come Émile Zola, oltre che autore di piéce teatrali e saggi. Si distinse anche nel genere della cronaca e del racconto breve.
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