Il tuo carrello è vuoto!
En un prado cerca no a tu casa o a la mía, vivía una colonia de caracoles muy seguros de estar en el mejor lugar que pueda imaginarse. Ninguno de ellos había viajado hasta los lindes del prado, y mucho menos hasta la carretera de asfalto que empezaba justo donde crecían las últimas briznas de hierba. Y como no habían viajado, no podían comparar y, así, ignoraban que para las ardillas el mejor lugar estaba en la parte más alta de las hayas, o que para las abejas no había lugar más placentero que los panales de madera alineados en el otro extremo del prado. Los caracoles no podían comparar y no les importaba, pues para ellos aquel prado, en el que alimentadas por las lluvias crecían en abundancia las plantas de diente de león, era el mejor lugar para vivir. – Luis Sepúlveda
Los caracoles que habitan el País de los Dientes de León llevan una vida apacible, lenta y silenciosa, al abrigo de animales y otros peligros. Entre ellos se llaman simplemente «caracoles». Hasta que uno de ellos considera injusto no tener nombre, y quiere saber por qué son tan lentos. A pesar de los consejos de todos, el caracol Rebelde decide emprender un viaje en el que se encontrará con un melancólico búho, una sabia tortuga y unas hormigas muy organizadas. En su aventura, en la que estará en juego la vida de sus camaradas, Rebelde conocerá la importancia de la memoria y la verdadera naturaleza del valor.
Luis Sepúlveda Calfucura (4 de octubre de 1949 – 16 de abril 2020), escritor chileno cuyo éxito se ha percibido más en el extranjero que en su tierra natal, a raíz de la publicación de la novela Un viejo que leía novelas de amor (1992), se convirtió en uno de los escritores latinoamericanos más leídos en todo el mundo. Desde joven realizó numerosos viajes, de Punta Arenas a Oslo y de Barcelona a Quito. Visitó también la selva amazónica y el desierto del Sahara. Políticamente comprometido, sufrió prisión durante la dictadura de Pinochet y posteriormente abandonó el país. El exilio le llevó a Europa, donde ha ido publicando la mayoría de sus novelas y relatos, sin mostrar un especial deseo de regresar a su país, lo que le valió diversas críticas durante un tiempo.
Le lumache che abitano il Paese dei Denti di Leone conducono una vita pacifica, lenta e silenziosa, al riparo da animali e altri pericoli. Tra loro non si danno nomi: si chiamano semplicemente “lumache”. Fino a quando una di loro ritiene ingiusto non avere un nome e vuole conoscere il motivo della loro lentezza. Nonostante la disapprovazione delle compagne, intraprende un viaggio che la porterà a conoscere un gufo malinconico e una saggia tartaruga, a comprendere il valore della memoria e la vera natura del coraggio, e a guidare le compagne in un’avventura verso la libertà. Un’altra storia memorabile del grande scrittore cileno che ci insegna a riscoprire il senso perduto del tempo e si ancora alla convinzione che un altro mondo è possibile, se i principi umani di solidarietà, rispetto e fratellanza restano vivi tra gli esseri umani.
Luis Sepúlveda Calfucura (4 ottobre 1949 – 16 aprile 2020), scrittore cileno di successo internazionale, a seguito della pubblicazione del romanzo El viejo que leía novelas de amor (1992), è diventato uno degli scrittori latinoamericani più letti in tutto il mondo. Fin da giovane realizzò numerosi viaggi, da Punta Arenas a Oslo, da Barcellona a Quito, visitando anche la foresta amazzonica e il deserto del Sahara. Politicamente impegnato, fu imprigionato durante la dittatura di Pinochet e decise successivamente di lasciare il paese. L'esilio lo portò in Europa, dove venne pubblicata la maggior parte dei suoi romanzi e racconti, e da cui non mostrò mai una forte nostalgia verso il suo paese, atteggiamente per il quale fu a lungo criticato.
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